Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. en Filosofía y ciencias sociales

El ejercito libertador lo tenía ya entre ceja y ceja al ejército monárquico español del Virrey La Serna. Lo venia ya persiguiendo desde Matucana. Solo que el ejército monárquico venia de contra marcha desde Cerro de Pasco. es por eso que a recomendación de los oficiales José de la Mar y Antonio José de Sucre, Bolívar decide subir a Rancas.

Para ello el ejército realista ya había salido de la ciudad cerreña rumbo a la meseta del bom bom. Bolívar decide acantonar en Rancas y preparar al ejército libertador para alcanzarlo en algún tramo y chocar con las fuerzas españolas. El 2 de agosto de 1824 Bolívar llega a Rancas con el ejercito independentista, es recibido de manera tan cálida y con esperanza de parte de todos los pueblos de la zona. Es abastecido el ejercito libertador en alimentos, logística y lo más importante de ánimos y loas en su trascendental misión.

Campesinos, obreros y las mujeres vitorearon en Rancas al ejército de la libertad y tan imponente fue el recibimiento que Bolívar decide dar su arenga al ejército en las pampas de Rancas con las siguientes palabras: “¡Soldados! vais a completar la obra más grande que el cielo ha encomendado a los hombres: la de salvar un mundo entero de la esclavitud. ¡Soldados! los enemigos que debéis destruir se jactan de catorce años de triunfos; ellos, pues, serán dignos de medir sus armas con las vuestras que han brillado en mil combates. ¡Soldados! El Perú y la América entera aguardan de vosotros la paz, hija de la victoria; y aun la Europa liberal os contempla con encanto; porque la libertad del mundo es la esperanza del universo. ¿la burlareis?... ¡No, no y no!, ¡vosotros sois invencibles!”

El romanticismo se imprimió en los corazones de los soldados que acantonaron en Rancas, hombres venidos de diversos lugares de América, estaban los artilleros chilenos, granaderos argentinos, húsares colombianos, llaneros venezolanos, infantería peruana, de Panamá, de Quito y se sumaron unidades de soldados indígenas de estas tierras. Todos ellos con un solo propósito expulsar para siempre el virreinato y lograr una verdadera independencia.

El ejército realista llevaba artillería pesada y su avance hacia el lago chinchaycocha era lento, Bolívar necesitaba saber la geografía de la zona y es donde aparece la figura del ranqueño Gerónimo Gora quien se convierte en un asesor geográfico excelente. Gerónimo Gora explica en un mapa las condiciones geográficas del lugar y orienta donde podría sorprenderle al ejercito del virrey La Serna.

El ejército del virrey La Serna a su paso dejaba devastación, miseria, ejecución de hombres y mujeres leales a la causa de la independencia, para darles una idea de la miseria de este español dejo dos hombres desnudos y colgados en un árbol al pie del templo en Carhuamayo meciéndose en el viento. Cada pueblo por donde paso el ejército monárquico español lo dejo en llamas.

El 06 de agosto de 1824 el sol salió por la gran meseta y es cuando ambos ejércitos logran encontrarse, mirarse a la cara a distancia, soldados de España defendiendo sus territorios saqueados casi por 3 siglos a nuestros antepasados y enfrente los soldados de la libertad dispuestos a lograr la venganza, de hacer justicia y lograr la expulsión definitiva del gobierno del rey de España.

La batalla empezó con desventaja para el ejército libertador, el ejército realista había logrado alcanzar las cumbres de los cerros de Chacamarca y el ejercito libertador se tranco en la quebrada, allí es donde aprovecharon disminuirlo, los dragones de la caballería española habían quebrado las fuerzas de los granaderos e incluso ya herido a sus oficiales del ejército libertador, la caballería del ejercito libertador había sido desgastada y a ojos de Bolívar se había quedado sin caballería.

La caballería del ejercito realista masacraba a la tropa del ejercito libertador, era ya una derrota definitiva, el ejército del virrey fue veloz en el ataque y masacro sin piedad a los enemigos de la Corona.

Es allí donde el general Bolívar viéndose expuesto y para evitar una captura se retira de la batalla para no arriesgar la gesta emancipadora, solo quedo el general Lara quien tenía aun tropas frescas, pero no muy numerosas pero que quería ingresar a batalla para balancear las fuerzas. Es allí donde el general Lara le pregunta a Bolívar si puede entrar a combate para poder salvar a algunos soldados y reagrupar, pero el general le dice que no.

En esos momentos  ocultos en una loma se encontraban aun dos escuadrones de los Húsares del Perú, al mando de Isidoro Suarez que no pudieron entrar a batalla ya que esperaban órdenes. La gran duda de Isidoro Suarez era que hacer con sus jinetes que estaba en condiciones de combatir ya que a esas alturas de la batalla veían ellos como masacraban a la tropa del ejercito libertador y ya era cantada la victoria del ejercito monárquico español. Isidoro Suarez ordena a uno de sus jinetes ir en el general Lara, le ordena al mayor Andrés Razuri preguntar al general Lara que se debe hacer. Razuri cabalga apurado rumbo a donde estaba el general Lara y este siguiendo la orden de mando del general Bolívar contesta replegarse y no atacar.

Razuri escucha la orden cabalga rápidamente donde su jefe Isidoro para darle la orden de retirada, pero en el retorno ve como la caballería española apuñalaba y masacraba a los soldados de la independencia en el campo. Es en esos instantes donde Razuri decide alterar la orden y cambia la historia, Razuri llega donde su jefe Isidoro y le comunica lo siguiente: “Mi coronel, el general ordena que cargue usted con todo”.

En ese momento desde la garganta de la quebrada aparecen los peruanos. Isidoro Suarez y sus dos regimientos de Húsares del Perú van al rescate de sus compañeros de armas. Caen sobre el ejército español, los arrasan, cortan su formación, vengando siglos de injusticia, con el sol a las espaldas los Húsares del Perú cargados de una sed de venganza liquidan a la caballería realista llamada los dragones del Perú y en dos a tres embestidas logran derrotarlos.

El oficial independentista Miller ordena reagrupar a la tropa, decide enfrentar y sacar fuerzas de donde no las hay para lograr la victoria, se enfrentan los dos ejércitos ahora con equilibrio, puede mas la sed de libertad, puede más la fuerza de lograr una independencia y es derrotada el ejército que uso la servidumbre y esclavitud en estas tierras para su beneficio.

La guadaña de la caballería del ejercito libertador ha probado la sangre de los opresores y a estas alturas de la batalla sale victoriosa. El ejército americano en Junín transforma una derrota al triunfo, de la opresión a la libertad, es fenomenal, trascendente ¡Viva el Perú!

Luego de la batalla Andrés Razuri debió ser fusilado por falsificar ordenes de sus superiores. Pero fue perdonado porque esa orden cambiada por él, genero la victoria de Junín a favor de los patriotas.

Murieron 350 personas entreverados entre patriotas y realistas. La batalla duro 47 minutos y se realizo a 4100 metros sobre el nivel del mar.

Cuando Bolívar se entero del giro de la batalla de una derrota a un triunfo y el general Miller le informa que también entre los fallecidos estaban muchos de la caballería Húsares del Perú es donde ordena cambiar el nombre a Húsares de Junín.

Cuando veas flamear la bandera del Perú llevado por un jinete de nuestra caballería, recuerda el sacrificio, la entrega y la victoria lograda en las pampas de Chacamarca por nuestros jinetes y soldados, victoria que es de todos los que vivimos en estos lares, desde Rancas hasta Ondores, desde Argentina, Chile, Ecuador, Colombia y Venezuela se oyen los ecos del triunfo y la gloria para los Húsares de Junín.

FUENTES

  1. Basadre Jorge (2022) La iniciación de la Republica. Tomo I – Fondo editorial UNMSM
  2. Diario oficial el peruano (7 de febrero de 1844) Parte oficial de la Batalla de Junín. Ministerio de Guerra y Marina. Regimiento Húsares de Junín.
  3. García Camba Andrés (2018) Memorias para la historia de las armas españolas en el Perú, Brigadier Andrés García Camba y de las Heras. Editorial FB y C Limited.
  4. Gastón Gaviola del rio (2021) PERU BATALLA Editorial Penguin Random House (relatos adaptados de este libro).
  5. López, Manuel Antonio (1878) La campaña libertadores de Junín y Ayacucho. Bogotá: JB Gaitán.