Luego de permanecer alrededor de 20 días en la morgue de Lima, el cuerpo del poeta  Guillermo Gutirrez fue arrojado a una fosa común.

Los poetas no son ladrones como los políticos. Los poetas construyen el país con esperanzas para vivir en un mundo mejor. Desde Cerro de Pasco, muestro mi congoja e indignación por el final del cuerpo del poeta Guillermo Gutierres, señaló el activista pasqueño Rodolfo Rojas Villanueva.

"Aquí entendemos que no existe regidor de cultura de la municipalidad de Lima. Si lo hubiera, el poeta G.G. no debió ser lanzado a una fosa común como un delincuente. Debió ser sepultado en el cementerio El Ángel,  mínimamente. O bien, en el Presbítero Matias Maestro o El Británico del Callao", añadió. 

Agregó que, ser poeta en el Perú es una forma muy hermosa de construir este país, pero es triste morír en este país de maravillas porque serás arrojado a una fosa común y solo unos pocos amigos irán al velorio. Por eso, Vallejo preferió morir en París con aguacero y Parra de Riego en Montivideo entre hojas desprendidos en otoño. 

Rojas Villanueva, finalizó señalando, "solo puedo decir que, cuando muere un poeta las estrellas del cielo no cesan de brillar. Es la única esperanza de ser un poeta y morir en el Perú. Descansa en Paz amigo y poeta Guillermo Gutierrez"