Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. en Filosofía y CCSS

Admiro y creo en Jesús de Nazareth, ese extraordinario Rabí que vino con un mensaje antisistema y puso una agenda para todos los tiempos: La paz y el amor.

El sermón del monte es fenomenal, los ecos de ese mensaje se han traspasado todos los tiempos.

“Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos” en un país donde los lujos de la presidenta y de muchos funcionarios locales que ostentan hace deducir que no estarán en los cielos.

“Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.” en un Perú donde el sistema de salud genera llanto en los pacientes y familiares creo que algunos profesionales de la salud no encontrarán consuelo en ninguna parte.

“Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra” está claro que muchos de los petulantes gendarmes, mesnadas y castrenses no heredarán nada y todo lo que tienen es maldito.

“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados” Notamos que quienes no serán empapuzados serán algunos fiscales que no trabajan para hacer justicia, quienes no estarán hartos serán esos jueces que retrasan y desdeñan lo imparcial.

“Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán compasión”. Quienes no recibirán piedad son aquellos que no la ejercen, desde aquel padre que no comprende al hijo o aquel profesor que no perdona la falta del imprudente púber o del banquero que arrasa con la propiedad del deudor sin darle oportunidades no recibirán clemencia.

“Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios”. Quienes nunca verán al Creador son aquellos sucios, churretosos y de pringoso corazón. Que practican la maldad como esencia y no confían en la gracia del perdón y la reconciliación.

“Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios”. En una época de conflictos entre naciones, peleas entre regiones, riñas entre familias y reyertas entre personas creo que ninguno nos merecemos ser hijos del altísimo.

“Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, pues de ellos es el reino de los cielos”. Esos estarán en el cielo, quienes defendieron las causas justas sin esperar cuitas de por medio, quienes luchan por un medio ambiente sano, quienes enfrentan las mediocridades sociales, quienes trabajan haciendo lo pulcro, lo sano y lo edificante con la única satisfacción de ver en su prójimo un poco de felicidad en este mundo agreste.

“Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal contra vosotros falsamente, por causa de mí”. Hoy es raro ser honesto, es anómalo practicar el bien, es paradójico ser leal y consecuente, pero si lo eres … “Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande”.

Recuerda “Vosotros sois la sal de la tierra” … “Vosotros sois la luz del mundo” Abba shalom en esta semana santa.