Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. En Filosofía y CCSS

Este 2024 se celebra el centenario del excelso e ilustre huayno cerreño “El obrero” creación del maestro Maximiliano Gutiérrez y el excelentísimo músico Graciano Ricci. Fue presentado en los carnavales de 1924 y desde esa fecha hasta ahora es entonada por todo aquel que parte de su vida o en su totalidad ha sido de vaivén minero.

Como toda pieza musical extraordinaria la letra de este huayno cerreño fue plagiada y puesta como creación por personas inescrupulosas. Felizmente el peso de la historia ha aclarado que la versión original en la letra es del vate Maximiliano Gutiérrez y en la música de   Graciano Ricci.

El distrito carbonífero de Goyllarisquizga ha sido testigo del nacimiento de estas coplas de alto contenido social que dice:

“Si te ofrezco mi cariño, si te digo que te adoro, tú me dices, yo no quiero, el amor de un carbonero” la lucha entre los prejuicios sociales de la aristocracia y la plebe se muestra manifestando estas contradicciones fundamentales en la sociedad del siglo XIX.

“En vano niña pretendes, despreciar así al minero, olvidando que es sincero, el amor del pobre obrero” notamos la actitud romanticista del minero, la venia estoica que ofrece el obrero del socavón por una fulana altiva que denota cuál mujer guapa su burgués actitud.

“De mi cara la negrura, no es un color permanente, es color que diariamente, baña el sudor de mi frente”. Aquí el obrero apela a la dialéctica de Heráclito que nada es estático ni quieto, sino que cual triada Hegeliana confía en que el devenir hará que todo sea mejor.

“No hay para el amor distancia, ni tampoco inconveniente, el color… y la elegancia, saben en un punto juntarse” la sociedad obrera apela al sueño de Martin Luther King una sociedad de iguales, aspira al ideal de Jhon Lennon en su canción “imagine”, a la utopía platónica de algún día ser todos iguales.

“¿Cómo quieres, que yo siga, sin esperanzas ninguna? en las minas trabajando, ¡la muerte! Sólo esperando”. El minero despierta su filosofía positivista influida por Comte, pero luego le gana su lado filosófico de Nietzsche. Finalmente se siente vencido, alicaído que resuena como Heidegger y su inevitable posibilidad que es el fin, el acabose, el deceso.

Los cerreños debemos estar orgullosos de esta canción de creación de sus hijos de la tierra carbonífera y minera. En los carnavales cerreños de este 2024 seguramente será mención especial porque esta melodía y sus letras nacieron para la época del carnaval, así como otras composiciones trascendentales.

Loor a Maximiliano Gutiérrez, honor a Graciano Ricci. Distinción al huayno “El obrero” 100 años de existencia en la reverencia popular, en el eco de los Japiris que resuena desde los gramófonos hasta hoy en el Spotify vanguardista de nuestra juventud.