Ayer por la mañana llego tarde y apurado al grifo de Tingo Chico para echar gasolina a la carcocha. El joven, decepcionado, me comenta: estamos fregados. Sí, estamos jodidos, respondo. Dirijo mi mirada en el precio del combustible porque creo el grifero me aplicará la nueva alza. Solo un punto, me dice, le miro sin entenderlo aún, tratando de descifrar el nuevo costo de la gasolina. ¡Hemos empatado con Venezuela!, aclara. Probablemente quiso decir, idiota de qué crees que te hablo. En cambio, yo sí lo pensé, te preocupas por cojudeces. Hay cosas más importantes de qué preocuparse, le respondí con cierto alivio, no se trataba de una nueva alza. Tienen que botarlo a Reynoso, me insiste. Mientras en nuestras caras peladas este congreso come pastel a lo grande teniendo a millones de bocas hambrientas por la recesión, la preocupación de las mayorías es la selección peruana de fútbol.

 

Por Yonel Rosales

Hay cosas difíciles de explicar y entender. ¿Por qué para la mayoría de las personas es más importante el empate de la selección peruana ante Venezuela o la destitución de Reynoso que nuestros intereses? El Perú está en recesión, es como, si en tu casa te quedas sin chamba, las cosas están caras, en las calles te roban y sin fin de problemas. En medio, tienes a los 130 congresistas que elegiste para dar salidas a estas necesidades, pero lo que hacen estos zánganos, como diría un tío mío, es preocuparse por sus bolsillos. Cuando estamos en plena crisis económica, estos congresistas deciden repartirse bonos de nueve mil 900 soles. Con todos los bonos que se repartieron en el 2023, ya son 90 millones de soles en bonos, mientras, aumenta la pobreza el resto de los peruanos con míseros sueldos o sin chamba.

Hace unos días, algo de indignación generó, que los congresistas aprobaran su reelección indefinida, pese que en consulta popular una contundente mayoría les dijo que no debe haber reelección. El congreso nombró un Tribunal Constitucional a su medida, con este intérprete de la ley que obedece los mandatos de los detestados parlamentarios, arman leyes para que ellos y sus jefes de banda o jefes políticos queden limpios de sus denuncias.

El actuar del congreso y la complicidad del gobierno títere de Dina Boluarte, pone en peligro la vida democrática en el país, pero el tema del día y de la semana, es quién michi reemplaza a Reynoso y haga el milagro de sacar del hoyo a la selección peruana. Nos preocupa el hoyo de la diversión que el pozo de nuestra economía o la democracia en el país.

Hasta ahora, todavía hay gente dolida, indignada por cómo vacaron al expresidente Pedro Castillo, que tontamente fracasó en su golpe de estado y le regaló la urgida excusa a esta sarta de políticos chuecos para hacer lo que les dé la gana con el país. Están a pocos pasos de tumbarse la Junta Nacional de Justicia, y consecuentemente los organismos electorales, para que en las próximas elecciones no volvamos a elegir otro Pedro Castillo, que les asuste, sino elijamos lo que ellos quieran. Como Keiko no puede ganar una elección, quieren asegurar su triunfo en la mesa y nuestro voto no servirá de nada. Con ese fin, este congreso ha tomado varias instituciones claves para cubrir de un manto de falsa legalidad todos sus actos delictuosos. Eso no importa, la gente quiere más fútbol, Paolo Guerrero o Gallese o ese director técnico arreglará los problemas del bolsillo, la inseguridad, la corrupción.  Y yo me preocupo de cojudeces.