Por: TREBOR BARZOLA EUFRACIO

En abusiva y prepotente decisión, la Federación Peruana de Fútbol impuso que los cuartos de final y la misma final de la fase nacional copa Perú 2023, se juegue íntegramente en LIMA, ya no se jugará en cotejos de ida y vuelta como estaba sucediendo hasta los octavos de final; la Sub Comisión de Fútbol Aficionado de la FPF ya lo hizo oficial; no hay nada que hacer, solo acatar lo que el innombrable Agustín Lozano impuso, echando al tacho el reglamento de la copa Perú para este 2023, donde indica que inclusive la final se jugaría en topes de ida y vuelta, todo iba ser descentralizado; sin embargo el dueño del futbol del Perú Agustín Lozano sigue haciendo lo que le da la gana; se ha señalado por fuentes dignas de crédito, que todo esto se ha maquinado para favorecer al club de la esposa de Lozano, se trata del Deportivo Juan Pablo II de Chongoyape, pues este equipo tenia que jugar con los Diablos Rojos de Puno, en el mismo Puno, esto los acobardó.

Con todo esto la FPF ha matado la verdadera esencia de la copa Perú, la que fue establecida en 1967, a sus 56 años de competencia le sucede estos radicales cambios; la copa Perú fue creado para jugarse en costa, sierra y selva; en medio de las lluvias, del incesante calor de verano y del clima tropical de la selva; que quiere decir “FUTBOL MACHO”, LID QUE SOPORTA TODO.

En consecuencia se sabe que dos partidos se disputaran el sábado 18 de noviembre, en el Estadio Miguel Grau del Callao y los otros dos topes el domingo 19 en el Estadio Iván Elías Moreno de Villa El Salvador, uno a las 13:00 horas y el otro a las 15:30 p m; estos duelos serán en partido único, de haber empate en el tiempo reglamentario de 90 minutos, de frente definirán vía los penales; los contrincantes se determinaran por sorteo; este polémico cambio de las bases iníciales del certamen deja herido a toda la fanaticada, pues no podrán ver en vivo a sus representantes; especialmente los seguidores pasqueños quedaron muy dolidos por tal determinación; es posible también que puedan cambiar a los rivales, para el ECOSEM Pasco ya no sería el Miguel Grau de Abancay. Vaya al diablo el perrito y la calandria.