Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. en Filosofía y CCSS

Hubo alguien alguna vez en la historia del tiempo trascendente en lógica de Bergson, que nació en Quiulacocha de padre ecuatoriano y de madre cerreña.

Ya de niño Daniel, a los 8 años quedó huérfano de padre, pasado tiempo su madre decidió aceptar a otro varón que se convirtió en su padrastro al que el adolescente Carrión lo llamaba “papito”.

Como no había educación secundaria en esos años en el Cerro de Pasco se trasladó a la capital para sus seguir sus estudios en un colegio prestigioso que su buen padrastro ayudó a costear.

Después postuló a la universidad y logró ser estudiante de medicina, fue en ese entonces que el ejército chileno invadió el Perú y tuvo que seguir los estudios de manera clandestina como muchos universitarios de aquella época lo hicieron. Daniel Carrión García se unió al ejército peruano haciendo lo que sabía hacer, combatir y curar heridos de la guerra.

Después de la guerra continuó su formación profesional y deseando demostrar su vocación por la investigación médica participó en un concurso que convocó la “Academia libre de Medicina”  que era una institución que agrupaba a los médicos opositores de la dictadura del presidente Iglesias y que opacaba a la Facultad “San Fernando” ocupada por médicos subordinados al régimen de aquel entonces, Daniel Alcides Carrión García decidió realizar la investigación  experimentando  en su propio cuerpo la enfermedad de la verruga, esto en razón a su base ideológica positivista  filosofía predominante en los intelectuales peruanos de aquella época.

 Tenía 28 años de existencia cuando la verruga fue letal en su cuerpo aquel agosto y septiembre de 1885. Con la ayuda de sus colegas se hacían los apuntes necesarios para avanzar la investigación convirtiéndose en fatal la experiencia en los primeros días del mes de octubre.

En todo ese tiempo solo fue visitado por un profesor suyo, los demás no le dieron importancia porque prevaleció más el espíritu verrucológico social que aún prevalece en la intelectualidad peruana. Cuando su situación fue lacónica los médicos recomendaron una transfusión de sangre en el paciente estoico. La única institución médica de ese tiempo que tenía esas facultades era la “Maison de Sante” al cual fue trasladado, pero no lo hicieron, ¿Por qué? ¿no era su tipo de sangre? ¿no tenía dinero?, ¿por ser provinciano?.

 

El hecho es que fue allí que murió y luego de su muerte la “Maison de Sainte” le giró el cheque por los servicios de atención clínica y transfusión de sangre, clínicas metaleras que son al igual que muchas instituciones médicas de hoy en día que no te perdonan ni siquiera el algodón. Para sacar su cuerpo de esa clínica los amigos de Daniel Alcides Carrión García contrataron a un cargador de la parada para trasladar el cuerpo, no hubo carrozas, el entierro fue simplista y poco sabido.

Pasaron los años, muchos años, recién lo declararon héroe de la medicina, mártir de la medicina, eso sucede en el Perú de Basadre, después de muerto eres bueno, eres lo mejor, eres lo máximo, en el caso Carrión esto era necesario en vida, pero por esos intereses ocultos, de anacronismo político no sucedió así.

Recurriendo a Alberto Flores Galindo a ese elemento vertebral de razonamiento histórico, a ese método crítico, de cotejar las fuentes, de ponderar su veracidad y reconstruir los acontecimientos, estableciendo una cronología y al final dar un juicio moral: Carrión es un paradigma científico, un ejemplo ético estoico, un modelo ontológico, una muestra que escasea en estos tiempos, escasean estos epistemólogos porque la ciencia avanza en razón a intereses lucrativos y no intereses humanos. En Daniel Alcides Carrión García predominó la ética sobre la economía, en Carrión se trasluce un ser trascendente e histórico.

Acudo a Martín Luther King y que enclava en Carrión su célebre frase, “aquel que no tiene una razón para morir, no merece vivir”, Carrión siempre tuvo esa razón, esa razón que empuja a sacrificarse y dar la vida por los demás, como esos seres paradigmáticos, Sócrates, Cristo, Teresa de Calcuta, Gamaniel Blanco, Como Daniel Alcides Carrión García… Nuestro loor al cerreño más trascendente de la tierra minera este 05 de octubre rememoración de su martirologio.