Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. en Filosofía y CCSS

El primer nombre de Cerro de Pasco fue San Esteban de Yauricocha que significa cerro pelado y lugar de aguas, todo era cochas, todo era un lugar de aguas, lagunas, lagunillas, riachuelos, manantiales y puquiales. Siglos más tarde existiría una ciudad llamada Cerro de Pasco y sus pobladores sufrirían de la escasez del líquido elemento, no hay agua suficiente, ¿qué ironía no?

Todas las lagunas lo han tapado en nombre del progreso, la laguna de Patarcocha de lavar la taparon, la otra laguna de beber la convirtieron en un wáter y no sirve para sacar agua decente.

La laguna de Chaquicocha se secó, pero no por acción de erosión natural, sino que los que construyeron sus casas botaron sus ripeados en esta pequeña laguna que ya no existe.

Las lagunillas de la esperanza que quedaban al lado del colegio fiscalizado “Ricardo Palma” la rellenaron para hacer dos canchas de fútbol y realizar sus desfiles deportivos. Hoy es una zona que cada vez más se hace botadero de basura y solo es útil para que los pipiolos aprendan a manejar carro, ¿dónde están sus aguas? desaparecieron.

La laguna de Quiulacocha donde abundaban gaviotas en nombre de la industria fue contaminada con la venia y complicidad de los pobladores, hoy esa laguna no es eso, es un espacio de desechos minerales, una laguna muerta, lo mataron alguna gente y la industria extractiva. Encima se quejan porque no hay agua, en fin, “la hipotenusa”.

Hoy no tenemos agua en abundancia en una tierra donde había muchas lagunas. Hemos sido irresponsables y no hubo una visión de futuro para la ciudad. Aun así, hay lagunas, aunque a grandes distancias, Acucocha y Pun run son   la esperanza, pero Acucocha de donde se trae no abastece y Pun run será fuente de agua para Lima en un proyecto que ya empezó SEDAPAL.

La ciudad minera y sus pobladores seguirán sufriendo del agua, es nuestra maldición perpetua, nuestra miseria colectiva, es la muestra de nuestro conformismo como sociedad, es la peor prueba que somos desunidos, desorganizados, no progresistas y resignados.

Ojalá en un futuro cercano, sea arreglado y solucionado este álgido problema.  Así sea.