Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. en Filosofía y CCSS

Esta semana se conmemora el día de la juventud, estrictamente el 23 de septiembre, también se le reconoce como día del estudiante en el Perú.

La juventud está llamado a pronunciar el verbo, es la sabia renovadora de los viejos tiempos, la juventud ignora la esclavitud de la rutina y no soportan la alianza de la costumbre y la tradición.

Su misión de los jóvenes es renovar cada generación, su misión es alumbrarnos en nuestra más oscura noche de inmoralidad, su misión es de poner la luz donde la ignorancia nos cubre con su recato, es deber de los jóvenes aumentar la felicidad de la gente y reducir los sufrimientos.

La juventud siempre porta la bandera de los idealismos, de las utopías, de los platonismos, ellos nunca dicen que no se puede, porque su ideal es infinito y su visión va más allá de la retina social, la juventud es sincera, franca, clara y abierta.

La juventud nunca desdeña, nunca menosprecia, nunca esquiva el llamado a la revolución, la juventud no necesita esquemas que marquen un camino, sino ideales que impriman un destino, los jóvenes no recitan credos retrospectivos, sino cantan himnos diferentes.

En estos días de elecciones, la juventud tiene que llevar a los ciegos sociales de la mano rumbo a la perfección, tiene que conducir a los obtusos de mente a lograr el progreso social, tiene que llevar a los mostrencos a lo sapiente, a lo ideal.

Los jóvenes a la obra y los viejos a la tumba  es el mensaje de Gonzales Prada. Juventud sin rebeldía es servidumbre precoz decía el maestro José Ingenieros.

Juventud, te envidiamos los viejos, como anhelamos ser moceríos, al final cada uno duró su tiempo y su momento, la gozo o la sufrió, pero vivió, de allí que solo queda ir por la calle de la nostalgia para sentir la emoción de haber sido joven.

Pero vamos, tu joven aun lo eres, por lo tanto, ama, goza, odia, siente, no frenes tu paladar, ni limites tus sueños, ya que los idealismos son privilegios de la juventud que en la vejez son achaques, sal a caminar y vibra, salta por el monte de lo atrevido, de lo riesgoso, ya que la juventud si no se vive, después se lamenta, si no se ama, después se odia, feliz día jóvenes, muchachos, chupen del mango de la existencia y gocen de las pocas coca colas del desierto que ya vendrán tiempos malos , pero mientras tanto, hay que complacerse de los buenos.