Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. En filosofía y CCSS

Es 1630 la fecha probable donde empiezan las operaciones mineras de extracción de minerales en Santisteban de Yauricocha (1) hoy Cerro de Pasco. Las actividades fueron dirigidas por los españoles asentados en haciendas ubicadas por los alrededores de estas tierras altas, Los indios de ser ganaderos y agricultores pasaron a ser Japiris (2). 

Los españoles construyeron cercos alrededor de sus minas destinadas por la intendencia de la época y así se cimentaron los primeros socavones, ¿pensaron en construir una ciudad? Nunca, el Cerro de Pasco nació sin planificación, sin plan urbano. Si tu caminas por las pocas calles antiguas de la ciudad, puedes identificar que las vías son estrechas y curvas, sin perspectiva, sin rumbo y con final constante. Pero los cerreños no se fueron.

Luego vinieron los comerciantes y edificaron sus casas alrededor de las zonas donde no había minas e instauraron las primeras viviendas con adobe, techo de paja, ventanas pequeñas y la infaltable vicharra para luchar contra el frío. Pero los cerreños no se fueron.

Así nació y se construyó la ciudad de Cerro de Pasco, la minería antigua de la época colonial duró casi 200 años de explotación que benefició a la corona española. ¿El virreinato pensó hacer ciudad en esta zona minera? no, pero la coronó como “Ciudad real de minas”, “Opulenta Ciudad” ya se había construido identidad, cultura y literatura ya éramos ciudad, urbe y capital. Y los cerreños no se fueron

Llegó la independencia y se consolidó la industria minera nacional y la ciudad siguió existiendo, los gobiernos del inicio de la república la vieron como la tierra minera que generaba extraordinarios ingresos fiscales que robar. Pero para esta ciudad ¿qué obras construyeron? ninguna. Y los cerreños no se fueron.

Llegó la inversión norteamericana (3) monto residencias para staff y obreros, modelos de casas que cambiaron el panorama de la arquitectura colonial y republicana que había en la ciudad. Estas residencias eran admirables, pero también raras y raciales como la de los campamentos mineros para los obreros. Pero los cerreños no se fueron.

Llegó la nacionalización con CENTROMIN PERU (4), hizo más campamentos y la ciudad aumentó en gente y en construcciones, se dio más énfasis a la ciudad de San Juan pampa donde la minera norteamericana construyó muchas casas y locales para uso del gobierno nacional y local, locales que en breves décadas se adueñaron varias personas que hoy fungen de capitalistas y empresarios, pero los cerreños no se fueron.

Llegó la empresa minera privada (5) y amplió las operaciones, compró terrenos y casas para lograr expandir sus extracciones, y los cerreños no se fueron, construyeron sus hábitats en los asentamientos nuevos y ampliaron la urbe. No se fueron la mayoría, sólo los viejos que los votó la altura y la hemoglobina, pero sus hijos y nietos siguieron la resistencia urbana de no irse y la ciudad siguió creciendo, tierra de machos, pero ya con 80 mil habitantes también tierra de muchos.

Después hicieron una “ley de traslado”, “de reubicación” (6) y el congreso de ese entonces la aprobó sin consultar a la gente, pero con visión diferente, fue bueno pero esta ciudad no se va, se queda.

Con su falta de agua las 24 horas no se va, se queda. Con su falta de grandes obras que ningún alcalde hasta la fecha hizo, esta ciudad no se va, se queda. Con la delincuencia volviendo después del pico de la pandemia, esta ciudad sigue viva y pujante. Con su mina cerrada y actividad de extracción hueca y disminuida, esta ciudad vive, no se va, no tiene rumbo, pero si futuro.

Nos votará los males de altura, pero no una ley, nos votará los metales pesados en la sangre, pero no una ley, nos votará el frío a veces insoportable pero no una ley. Los cerreños siguen construyendo, ampliando el horizonte de esta ciudad cosmopolita, nuestros hijos, hijas, nietos y nietas seguirán cantando huaynos, chimaychas y mulizas. Continuarán danzando al ritmo de la chunguinada, baile viejo, la herranza andina o si quieres las danzas del sur, del centro y del norte, pero no se irán, siempre habrá generaciones para hacer vida social, familiar, profesional y/o empresarial en estas tierras. No nos iremos.

¿Y si la mina se acaba? ¿terminara la existencia de Cerro de Pasco?, pues no, tenemos universidad, hospital, escuelas, colegios, jardines, poderes del Estado, templos e iglesias somos capital de la región, tenemos identidad, cultura y un porvenir que preparar para las nuevas fecundaciones.

Fuentes

  1. MONOGRAFÍA HISTÓRICA DE CERRO DE PASCO, Libro que recopila el Dr. Santos S. Blanco Muño basado en los estudios de Eliseo Zanabria Santivañez.
  2. Los “japiris” eran cargadores que sacaban sobre sus espaldas el mineral de los socavones según la Tesis de QUINTO HERRERA, Nemisses Janeth
  • http://repositorio.undac.edu.pe/bitstream/undac/493/1/TESIS%20QUINTO%20HERRERA%2C%20Nemisses%20Janeth.pdf
  1. En 1901 el holding Cerro de Pasco Investment Company (E.E.U.U.) adquiere en el Departamento de Cerro de Pasco importantes yacimientos mineros de propiedad de Miguel Gallo Díaz, Elías Malpartida, Jorge Eduardo Steel, Felipe Salomón Tello, Familia Languasco, Ignacio Alania, Matilde Punch de Villarán, Herminio Pérez, Hermanos Gallo,

Romualdo Palomino, Familia Ortíz, Familia Lagravere-Schueverman, Francisco Martinench y Jesús Chávez. https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/economia/2/a06.pdf

  1. La Empresa Minera del Centro del Perú S. A. - CENTROMIN PERU S.A. fue creada el 19 de enero de 1974 sobre la base del negocio minero metalúrgico expropiado a la Cerro de Pasco Corporation de capitales norteamericanos.
  2. En 1999 Volcan Compañía Minera S.A.A. adquirió en subasta pública Cerro de Pasco, esto es la Empresa Minera Paragsha S.A.C. por US$ 62 millones de pago en efectivo más una inversión ejecutada de US$ 70 millones del compromiso de privatización.
  3. Con la firma del presidente del Congreso de la República, Javier Velásquez Quesquén, se promulgó la Ley 29293, que tiene como objetivo implementar medidas y definir el proceso para reubicar la ciudad de Cerro de Pasco, su publicación en el Diario Oficial El Peruano se produjo el sábado 13 de diciembre.