Por Roberto Carlos QUINTANA VILLAVICENCIO

Lic. En Filosofía y CCSS

El centro poblado de Paragsha al igual que los barrios de la Esperanza, Uliachin, Santa Rosa, Ayapoto, Buenos Aires, José Carlos Mariátegui, entre otros, reciben agua una, dos veces o tres horas a la semana de parte de la minera sin pagar o sea gratis. Mientras que todos los otros centros urbanos de la ciudad pagan a EMAPA por el servicio de agua potable que esta empresa brinda.

El asistencialismo minero es de décadas, la empresa minera Cerro de Pasco Mining Company (1) dotaba de agua en piletas a cierta parte de la población, los otros pobladores compraban a las huanquitas el agua a buen precio, estas huanquitas (2) sacaban de la laguna de Patarcocha (3) de beber el líquido elemento, esto fue así durante casi 60 años.

Con el golpe militar de Velasco Alvarado (4) y la estatización de la empresa minera de capitales norteamericanos, se creó la CENTROMIN PERU (5) y por su ideología de asistencialismo tenía la obligación de darle agua a la ciudad. Mientras que a sus trabajadores y empleados les daba escuelas y colegios fiscales, kerosene, útiles escolares, residencias de acuerdo a su nivel laboral: Para los ingenieros la residencial Bellavista, para los empleados las residencias de san juan pampa y para sus obreros los campamentos de la Esperanza, Paragsha y 1ro. de mayo. Este asistencialismo fue así desde 1974 aproximadamente hasta 1999 cuando CENTROMIN PERU dejo la administración y el gobierno de Alberto Fujimori la privatizo (6).

Fue allí que la municipalidad provincial de Pasco liderada por el entonces alcalde Celso Curi Santiago (7) tenía que crear EMAPA con fondos de los gobiernos municipales de Chaupimarca, Yanacancha, Simón Bolívar de Pasco entre otros distritos. Así fue el inicio de que el municipio asuma el servicio y cobre por él. La población de Pasco acostumbrada casi un siglo a que la empresa minera le daba agua tubo que cambiar de idea porque ahora si tenia que pagar mensual por el consumo del líquido elemento.

Pero Paragsha reclamo y negocio con la minera para que siga recibiendo agua gratis, igual Uliachin, igual los barrios en cuyos espacios geográficos aun había campamentos, la empresa minera no se negó, pero advirtió: El agua que traemos es de consumo industrial y no humano, a pesar de eso la población acepta “a nada” dijeron.

EMAPA debería asumir todo el sistema de abastecimiento, somos una sociedad capitalista y pragmática “si quieres celeste que te cueste”, si quieres agua paga por ella. Mal acostumbramos. el que paga por luz exige, el que paga por agua debería exigir.

Ojalá algún día se pueda habilitar el sistema de abastecimiento de agua potable a la ciudad de Cerro de Pasco, no lo logró Víctor Espinoza Soto, pero lo inicio, no lo pudo Félix Rivera, no lo pudo Klever Meléndez, pero logró el presupuesto, Teódulo Quispe trajo el agua hasta la plaza, Pedro Ubaldo no avanzo mucho y dudo que lo lograra. El sueño de tener agua potable aun es eso un sueño y los sueños “sueños son”.